Todas las personas a medida que vamos creciendo, desarrollamos un sistema de creencias, valores, pensamientos. Algunos se arraigan mas que otros y podemos decir que formamos una imagen de nosotros mismos. Esa imagen en verdad no es real. Es nuestra imagen y para nosotros si es real, pero es mas una creencia que un hecho ya que la podemos cambiar. Y lo que es real es inmutable. Llega un momento en la vida de las personas que es necesario una evaluación consiente de lo que pensamos, creemos y valoramos. Las circunstancias de nuestra vida no hacen otra cosa que mostrarnos eso. Para comenzar dicha evaluación es pertinente hacer preguntas que digamos van a comenzar a permitirnos conocernos y darnos cuenta como estamos siendo hoy y que creencia ya no me esta sirviendo hoy.
¿Para qué hago esto?
¿Para qué pienso esto?
¿Qué quiero lograr?
¿Para qué quiero lograr esto?
¿Qué cambia en mi si logro esto?
¿Cuáles son los sentimientos que experimento cada día?
¿En que estado de ánimo vivo?
¿Qué pienso acerca de mi?
Cada respuesta no debe ser juzgada desde ningún punto de vista. Solo me estoy conociendo. Que no es poca cosa. Esto si es un viaje interno.